Por Manuel Almánzar Castillo
Al llegar al 2008, la popularidad de Leonel Fernández seguía en alza, ésto le permitió ganar cómodamente un tercer periódo constitucional.
La obra titánica de levantar el país y reencausarlo por los senderos del progreso y el desarrollo fue una obra admirada por todos.
Cuando todo parecía venirse abajo, la llegada de Leonel trajo tranquilidad, confianza y sosiego, y claro, volvimos a la senda del crecimiento, el desarrollo, la reducción de la pobreza, la construcción masiva de obras de infraestructura, casas, hospitales, escuelas, acueductos, electrificaciones, aceras, contenes, afaltados de calles, avenidas y carreteras.
Pero el 2008 se presentaba difícil, la economía de la principal potencia económica mundial entró en recepción fruto de la crisis inmobiliaría que llevó a más de 35 millones de estadounidenses a perder sus viviendas, pérdidas masivas de empleos, en fin, a una situación inesperada que amenazaba con llevarnos de paro. La gente recordó aquel viejo dicho de que si a los Estados Unidos le da gripe, a los latinos nos da pulmonía, solo que al frente del timón nacional estaba Leonel Fernández, y aún cuando los efectos de la crisis nos tocó, en República dominicana nadie peridió su casa, se mantuvo el crecimiento, la estabilidad económica, las construcciones y todas las tareas plasmada en el programa de gobierno se ejecutaron sin grandes dificultades.
El 53% de los dominicanos que habían depositado su voto por Leonel, sintieron gran satisfacción por los resultados obtenidos, el manejo dado a la grave situación internacional, y ver que mientras todo el mundo parecía andar de cabeza, aquí seguíamos de pie, el país entero reacionó positivamente a su gestión, de ahí que las mediciones que se realizaban por aquellos días otorgaban al presidente un alto reconocimiento y un aumento de su popularidad a niveles nunca antes vistos.
Las obras, tanto físicas como institucional de Leonel siguieron su marcha, el país entero es testigo de más de 4000 obras ejecutadas en todo el territorio nacional, cientos de obras en cada provincia, ejemplo de ello, se terminó el circuito de carreteras y obras de interés general y turistico, como las carreteras de la región Este del país, carretera San Pedro_La Romana, la circunvalación de La Romana, la carretera del Coral, la Autovía del Este, el Bulevar del Este, la carretera Macao_Miches_Sabana de la Mar.
Se produjo la más amplia participación para la Reforma Constitucional, que fue aprobada en el 2010.
Se puso en marcha un plan económico integral dirigido a obtener un crecimiento promedio anual de un 6% y mantener la inflación de un solo dígito.
Se siguió reduciendo la pobreza y la expansión de la clase media, en capacidad de adquirir bienes y servicios, crecimiento de la pequeña y mediana empresa, crecimiento acelerado de la construcción de viviendas y urbanizaciones en todos los pueblos y ciudades del país, al extremo, que el centro de cada ciudad, antes lugar de preferencia para vivir de las familias acomodadas, pasaron a ser verdaderos centros comerciales, convirtiendo antiguas residencias en locales comerciales, y la creación de centros y plazas comerciales.
El gobierno de Leonel continuó con su política de apoyo a los jóvenes talentos con becas nacionales e internacionales que transforman la vida de ellos y de sus familiares, todos esos jóvenes talentos, hoy son empresarios o se desarrollan en grandes empresas nacionales e internacionales, y cómo no, en el gobierno central y otras dependencias.
Podríamos hablar por largo tiempo de la obra de Leonel, pero lo dejamos aquí, con este simple dato, la economía dominicana que Leonel había dejado en 24,000 mil millones de dólares en el 2000 y que se redujo a 20,000 mil millones de dólares en 2004, quedó en 65,000 mil millones de dólares en 2012, es decir 3.25 veces más grande, resultados así, en medio de una crisis mundial como la del 2008_2009_2010, solo lo consigue un gran gerente.