Centroamérica, 9 de junio de 2022. Según ESET, compañía en detección proactiva de amenazas, los delincuentes digitales utilizan whatsapp para estafar. Asegura que la mayoría de los engaños que circulan a través de la app o en su nombre utilizan la ingeniería social; es decir, manipulan al usuario al hacerle creer algo que no es y así convencerlo de que realice una acción que le interesa al delincuente.
El engaño del falso aniversario de una marca sería una de las formas habituales de engaño. También las falsas ayudas económicas y los engaños al azar para obtener datos personales. Estos últimos comienzan con un mensaje de un número desconocido, de alguien que juega a la incógnita e intenta hacer creer al usuario desprevenido que es alguien que conoce y que está en otro país. La intención es ver si la víctima le da pie al estafador de continuar con el plan. El objetivo es pedirle ayuda por un pequeño percance.
Los estafafores también usan herramientas para espiar WhatsApp. El objetivo verdadero suele ser mostrar anuncios y recolectar información de quienes deciden probar estas aplicaciones, extensiones o servicios online. El secuestro de cuenta de WhatsApp es muy frecuente. Cuando se instala la app de WhatsApp en un equipo nuevo se debe ingresar el número de teléfono asociado a nuestra cuenta. Luego, un mensaje vía SMS llegará con un código de verificación de seis dígitos para validar la identidad del usuario. Este proceso es aprovechado por los atacantes que buscan tomar el control de las cuentas, tanto de usuarios como de empresas.
Otra forma muy recurrente que utilizan los cibercriminales para robar cuentas de WhatsApp es a través del SIM Swapping, aunque esto va más allá de WhatsApp y permite el secuestro de otras cuentas, incluso las credenciales bancarias. SIM Swapping se produce cuando los delincuentes logran engañar a la compañía telefónica y obtienen un chip con tu línea telefónica haciéndose pasar por el usuario. De esta manera, toman el control de la línea telefónica y el SMS con el código de verificación llegará al atacante que tiene el control de los SMS.
Con las estafas de suplantación de identidad en WhatsApp, los delincuentes utilizan las cuentas de diferentes formas. Por ejemplo, suplantando la identidad de las víctimas. Para ello suelen descargar la lista de contactos, la imagen de perfil de la cuenta y otra información relevante en caso de que quieran crear un perfil falso con otro número, pero también se comunican directamente desde la cuenta robada con familiares y amigos para solicitar dinero por una supuesta emergencia o convencerlos para realizar alguna otra acción.
La distribución de malware vía WhatsApp es muy habitual. Se han detectado campañas para distribuir malware a través de WhatsApp. El año pasado, por ejemplo, ESET analizó un malware que se propagaba a través de la aplicación y que intentaba engañar a las víctimas para que descarguen una aplicación de un sitio web que simula ser Google Play. Una vez instalada la app maliciosa, cualquier mensaje que llegaba al dispositivo de la víctima era respondido automáticamente con un mensaje personalizado que incluía un enlace para descargar la falsa app. Si bien la amenaza aparentemente buscaba desplegar publicidad invasiva en el teléfono de la víctima, según explicó el investigador Lukas Stefanko, “este malware posiblemente podría distribuir amenazas más peligrosas ya que el texto del mensaje y el enlace a la aplicación maliciosa se reciben del servidor del atacante. Simplemente podría distribuir troyanos bancarios, ransomware o spyware”.
Por último, los atacantes también suelen recurrir a la distribución de malware a través de correos de phishing que se hacen pasar por comunicaciones oficiales de WhatsApp. En 2021, por ejemplo, una campaña de phishing que circulo principalmente en España simulando ser oficial e invitando a descargar una copia de seguridad de las conversaciones y el historial de llamadas en la aplicación. Sin embargo, el archivo HTML adjunto que redirecciona para la descarga de un archivo comprimido ZIP, que a su vez contiene un archivo MSI que descarga el malware. En este caso era el troyano bancario Grandoreiro.
“La principal recomendación es aprender a desconfiar. No hacer clic en cualquier enlace que recibimos ni completar con nuestra información personal cualquier formulario que nos llega. Lo segundo es habilitar la autenticación en dos pasos en WhatsApp, y en lo posible utilizando una app de autenticación y no el SMS. De esta manera evitamos el secuestro de cuentas. También, es recomendable contar con una solución de seguridad instalada, configurada y actualizada en el dispositivo, que permita identificar y bloquear los sitios o archivos maliciosos utilizados generalmente en este tipo de campañas fraudulentas”, comenta Camilo Gutiérrez Amaya, jefe del Laboratorio de Investigación de ESET Latinoamérica.